miércoles, 5 de diciembre de 2012









Pros y contras de los cuestionarios

Tras haber visto los instrumentos de recogida de datos en clase queremos centrarnos en los cuestionarios y ver cuales pueden ser los pros y contras de los mismos.


Pros del cuestionario:

  • Es fácil de realizar.
  • Es fácil de valorar.
  • Compara directamente grupos e individuos.
  • La retroalimentación sobre actitudes, adecuación de recursos, adecuación
         del profesor, ayuda, preparación para la siguiente sesión y datos cuantificables.

Ventajas del cuestionario (Hopkins, 1989).  

Otra ventaja del cuestionario es que no se necesitan personas cualificadas para recoger la información, es más, la mayoría de las veces podemos prescindir incluso de la persona que los entrega, ya que estos pueden ser enviadas por correo (tradicional o electrónico) con una simple carta adjunta que presente y explique el cuestionario, lo que hace mucho más fácil y rápida la distribución y recogida de opiniones e información de los sujetos que están siendo investigados (aunque como se señalará más adelante esto puede ser en ocasiones un inconveniente).
El cuestionario también ofrece uniformidad de medición, ya que las opciones y registros de respuesta son estándar, con lo cual, si se consigue delimitar bien el problema a estudiar y formular bien las preguntas el cuestionario va a ser de gran utilidad. (Díaz Aguado y Royo, 1995).

Teniendo presente estas ventajas, no podemos dejar de lado algunos inconvenientes.


Contras del cuestionario.

  • El análisis necesita de un tiempo considerable.
  • Sumamente difícil encontrar preguntas que profundicen en cada individuo.
  • Los individuos encuestados tenderán a dar respuestas “correctas”.
  • Los encuestados pueden no contestar con sinceridad por vergüenza.
  • La eficacia del cuestionario está supeditada a la capacidad lectora de cada encuestado.
  • Necesitamos de un gran nivel para alcanzar unas preguntas claras y concisas.

Inconvenientes del cuestionario, Hopkins (1989)

También si tenemos en cuenta el análisis de los cuestionarios vía correo podemos encontrarnos con algunos que pueden perderse por el camino y así romper nuestro esquema  Buendía (1997). Para solucionar este problema Buendía propone una repetición de cartas, hoy día a través del email por Internet, o a través de visitas.
El cambio de humor y el estado anímico puede influir en los resultados de la encuesta y por lo tanto obtener resultados que no son los que realmente deberían ser, esto unido a la falta de profundidad en las respuestas nos hace ver que no podemos ir más allá del cuestionario.
Si tenemos en cuenta que la eficacia del mismo está supeditada al nivel de cada individuo o por el contrario si hemos formulado las preguntas de forma deficiente obtendremos unos resultados que no serán muy coherentes y/o ambiguos según lo esperado. A raíz de esto si el cuestionario no está bien estructurado las respuestas del mismo serán demasiado simples y no contemplará todos los puntos necesarios.
Por último podemos resaltar que hay un bajo porcentaje de personas que suelen devolver el cuestionario y el gran coste que ello conlleva.


Teniendo en cuenta estos pros y contras, pensamos que usar el cuestionario como herramienta para la obtención de datos en la investigación es una estrategia apropiada y válida; siempre que las preguntas se realicen con la precisión y la adecuación necesarias para poder obtener los datos necesarios para la investigación. También siempre y cuando la información que obtengamos deseemos que sea cuantificable.

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